Los electroimanes han sido utilizados en aplicaciones industriales de levantamiento durante más de 100 años, y su principio de funcionamiento, así como sus dos componentes genéricos principales, son bien conocidos.
Los electroimanes de levantamiento de SGM están compuestos por una carcasa de acero de muy alta permeabilidad magnética con secciones diseñadas con un margen de seguridad muy alto para aplicaciones de alta exigencia.
La placa inferior especial es de acero al manganeso resistente al desgaste con una sección transversal extra-pesada. La carcasa fabricada tiene una construcción soldada profundamente por soldadura de arco sumergido. Los bobinados son preferiblemente fabricados con tiras de aluminio anodizado para sus conductores eléctricos con el fin de optimizar el volumen y la disipación de calor.
Todos los elementos están diseñados para el máximo rendimiento de levantamiento y resistencia mecánica.
El resultado es un imán de levantamiento que establece nuevos estándares de rendimiento, durabilidad y fiabilidad.
El funcionamiento de los electroimanes industriales
La fuerza de levantamiento de un electroimán está determinada por tres factores:
- El tamaño (y la geometría) del núcleo ferroso (cuanto mayor, más fuerte).
- El número de vueltas en el bobinado (cuanto más, más fuerte).
- La cantidad de corriente continua (medida en Amperios, Idc) que pasa por el bobinado (cuanto más, más fuerte).
Una vez que un electroimán está diseñado y construido, el tamaño y las vueltas están fijados, mientras que la corriente puede variar en función del ajuste de voltaje directo (Vdc) y la temperatura del bobinado, lo que afecta la resistencia eléctrica (R) del conductor del bobinado (Vdc = R x Idc).
Los electroimanes generan calor (conocido como efecto Joule) cuando están energizados, y cuanto más caliente esté el bobinado del imán, más disminuirá la corriente.
Los electroimanes SGM están diseñados con una densidad eléctrica muy conservadora para su bobinado
Hay cuatro elementos que impactan la temperatura interna de un electroimán:
- La temperatura del material a levantar (en el caso de una aplicación caliente).
- El ciclo de trabajo.
- La densidad de corriente del conductor del bobinado.
- El tipo de conductor del bobinado.
La temperatura del material y el ciclo de trabajo son específicos para cada aplicación y situación, mientras que la densidad de corriente y el tipo de conductor del bobinado del imán son decididos por el diseñador del imán.
Para optimizar la disipación de calor, la fuerza del imán y la vida útil del imán, los electroimanes de SGM están diseñados con una densidad eléctrica muy conservadora para su bobinado. Además, como estándar, sus bobinados están hechos de tiras de aluminio anodizado.
Electroimanes de Levantamiento [EM] Beneficios
Universalidad: EM puede generar un campo magnético muy profundo, haciéndolos adecuados para muchas aplicaciones diferentes, incluyendo situaciones donde el contacto entre las zapatas de los polos del imán y la carga o los diferentes elementos que constituyen la carga es limitado con espacios significativos (huecos de aire). Ejemplos típicos son aplicaciones de chatarra ferrosa o paquetes donde el paquete está hecho de muchas piezas estructurales.
Flexibilidad: Es fácil parcializar la fuerza del imán parcializando el voltaje o la corriente proporcionada al imán.
Apto para aplicaciones calientes, hasta 650°C (1,200°F).
Límites
Necesidad de respaldo de batería: La fuerza de levantamiento de un EM depende de la alimentación eléctrica continua que, cuando la seguridad es un factor sensible, requiere un sistema de respaldo de batería para cubrir posibles interrupciones de energía eléctrica (principal) así como la protección y mantenimiento adecuados de los cables de alimentación para prevenir posibles interrupciones accidentales.